domingo, 24 de mayo de 2009

Conclusiones

Las energías renovables están cada vez más cerca de presentarse como una alternativa económicamente competitiva, frente a las centrales térmicas en base a carbón, gas y diesel. Los avances tecnológicos han permitido esta evolución durante las últimas décadas, no obstante los múltiples detractores que surgen ante la defensa de las formas tradicionales de generación.

Aunque los costos aún sean altos, es necesario fomentar estas energías, puesto que en el mediano plazo existirá una fuerte crisis de petróleo que perturbará aún más el actual escenario mundial, el cual ya exige con apremio soluciones que sean implementadas de inmediato para enfrentar el ya conocido cambio climático. La búsqueda del nuevo petróleo es una cuestión de supervivencia para la humanidad, ya que en los años próximos cuando comiencen los racionamientos de combustibles debido a la disminución de la oferta, las medidas que cada país tome para defender su economía pueden ser realmente drásticas, no deseando nadie presenciar lo que podría convertirse en un nuevo escenario de conflictos global como ocurrió en el siglo pasado.

Sin querer ser alarmistas, hemos querido justificar de manera más parcial a las energías renovables, mediante una exhaustiva revisión bibliográfica de estudios que se han hecho en torno a los impactos positivos y negativos, durante los últimos años. Existe una enormidad de casos de estudio, y hemos querido rescatar algunos de los aspectos que tienen más relevancia para ello.

Para el caso de la energía solar, los impactos típicos de las celdas fotovoltaicas, tienen que ver con la toxicidad de los químicos y la intromisión visual; sin embargo, estos impactos son mitigables. Con medidas de seguridad apropiadas se pueden prevenir riesgos humanos y el impacto visual queda sujeto al emplazamiento de la central. Los concentradores de calor, deben ser ubicados en zonas de alta insolación, que por lo general son áridas y despobladas, pero con la dificultad de que ese lugar propicio es casi siempre escaso en recursos hídricos para la refrigeración de los equipos.

Respecto a la energía eólica, lo que más se puede destacar es el ruido, el impacto visual y la colisión de aves. Nuevamente, estos impactos se pueden reducir con una planificación adecuada para evitar zonas en que perturben con el ruido o se interpongan en las rutas de aves migratorias. El impacto visual sigue siendo un tema tan debatible como poco cuantificable, y es dependiente en gran parte del juicio de la comunidad afectada.

Las centrales hidroeléctricas, son la energía de mayor presencia dentro de las renovables, y en el pasado fueron la revolución al presentarse como energía limpia, barata y prácticamente sin daños a la atmósfera. Lamentablemente, hoy se sabe que esto está lejos de ser así, ya que cuando se trata de embalses, se inundan muchos predios y en consecuencia se acaba con el hábitat de las especies que vivan en el lugar. Además, se ha descubierto que debido al alto contenido de vegetación bajo las aguas de la represa, la descomposición genera una alta emisión de metano, cuyo efecto invernadero es mucho más alto que el del CO2 (unas 25 veces). Las centrales de pasada son menos dañinas que los embalses, pero contaminan las aguas del río y afectan el ecosistema al alterar el flujo normal.

Para las centrales geotérmicas, el panorama no es muy alentador ya que necesitan utilizar grandes volúmenes de agua, los cuales son contaminados con elementos químicos y el efecto se puede mitigar con tecnologías para los desechos, o con la reinserción de las aguas en los pozos utilizados.

La energía por biomasa presenta la principal dificultad del costo alternativo de producir alimentos en tierras que tienen un uso para la agricultura. Es mucho más rentable una plantación con fines alimenticios hoy en día, pero la ciencia progresa en hacer procesos más eficientes en la obtención de energía por biomasa, como en el caso del etanol. Uno de los principales atractivos que impulsan su desarrollo, es que el etanol tiene prestaciones similares a las del petróleo, por lo que sirve para amortiguar el decrecimiento de los recursos del denominado oro negro.

En todas las energías renovables es posible extender el análisis a las etapas de manufactura y construcción, pero llegan a ser casi un factor común compartido con las energías tradicionales cuando se trata de grandes obras de ingeniería, mientras que las alternativas para generación local no presentan un impacto adicional en estas etapas.

Los estudios más recientes, han querido explorar de manera aún más profunda el impacto de las energías renovables, con la búsqueda de emisiones durante el ciclo de vida, vale decir, desde la más mínima etapa de fabricación, pasando por el transporte, luego por la operación de la central, y terminando con el desmantelamiento de la planta. Las cifras arrojan que los niveles de CO2 emitido por kWh generado (viene de tomar el total de emisiones en todo el ciclo de vida y dividirlo por toda la energía que se genera a lo largo de los años), están muy por debajo de la generación térmica con combustibles. Más aún, este indicador depende de la matriz de generación que existe hoy día en el país donde se realice el estudio, por lo que en un futuro de mayor participación de las energías renovables, sus ciclos de vida debieran ser todavía más inocuos.

Por último, creemos necesario mencionar que, es menester mantener en cuenta los impactos de las energías renovables a la hora de incrementar el aporte de éstas a la matriz de generación de cada país, ya que superando los problemas de seguridad en el suministro y abaratándose los costos de las tecnologías implicadas, todo apunta a una agresiva presencia de ellas en un escenario poco alentador para el sustento de la civilización, el petróleo.